y está en ninguna parte.
Quedaron palabras suyas, sus enternecedoras palabras de suspirante.
Haroldo, amigo, qué pena que el tiempo cave fosas tan inmensas. Qué tristeza que el mal tenga garras tan sucias.
[Haroldo Conti]
lunes, 9 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario