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sábado, 26 de julio de 2008

Cenizas


Hemos dicho palabras,
palabras para despertar muertos,
palabras para hacer un fuego,
palabras donde poder sentarnos
y sonreír.

Hemos creado el sermón
del pájaro y del mar,
el sermón del agua,
el sermón del amor.

Nos hemos arrodillado
y adorado frases extensas
como el suspiro de la estrella,
frases como olas,
frases como alas.

Hemos inventado nuevos nombres
para el vino y para la risa,
para las miradas y sus terribles
caminos.

Yo ahora estoy sola
– como la avara delirante
sobre su montaña de oro –
arrojando palabras hacia el cielo,
pero yo estoy sola
y no puedo decirle a mi amado
aquellas palabras por las que vivo.


Alejandra Pizarnik

1 comentario:

Pneuma dijo...

¡Oh, Alejanda! ¿Cómo haces, Alina, para encontrar siempre la mejor perla en cada montaña de perlas? Puedes imaginarme arrodillado adorando estas frases como olas, estas frases como alas.