Han de saber
que cuando en la oficina no hay trabajo,
yo trabajo,
trabajo como un negro,
sudo tinta,
ando detrás de pájaros azules,
me meto en grandes líos con los sueños,
me desangro en palabras,
salgo a cazar ballenas y crepúsculos,
domestico elefantes
(hay que ver qué furor el de la selva)
le explico al faraón cosas del tiempo,
hago el amor a veces,
lucho con los zulúes cuerpo a cuerpo,
tengo que abrirme paso en un perfume,
volver para las doce,
morirme,
andar recuerdos.
Tengo que hablar con Dios,
volverme loco,
lanzar varias proclamas de justicia,
escapar de la hoguera,
vestirme de jamás para un entierro.
No descanso ni un minuto,
me doy un gran trajín con las cigarras,
me cito con Lenin y arreglo el mundo,
llamo a larga distancia,
digo anote en mi agenda: Nazareno,
trato cosas del aire con gaviotas,
compro verdes, azules, amarillos
y los despacho por expreso al cielo.
Hago arreglo con nubes,
firmo tardes de otoño con llovizna,
corro a cambiar estrellas que andan flojas,
promuevo madreselvas,
dicto inviernos...
cuando el jefe me mira y dice ejem,
ya que usted no hace nada y tiene tiempo...
Humberto Costantini
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