I
No es lo que me trae cansado
este camino de ahora.
No cansa
una vuelta sola.
Cansa estar todo un día,
hora tras hora,
y día tras día un año
y año tras año una vida
dando vueltas a la noria.
II
Que se quede así ya
---desnudo y vacío--- el corazón.
¿A qué vestirle de nuevo,
a qué otra vez colmarle de amor
si otra vez, al fin, ha de venir el tiempo
a llevárselo todo como un ladrón?
III
Huyen. Se ve que huyen
vueltas de espaldas a la tierra.
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
Para buscar lo que buscamos
(¿dónde está mi sortija?) una cerilla es buena,
y la luz del gas,
y la maravillosa luz eléctrica...
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
IV
¿Qué más a ser rey
que ir de puerta en puerta?
¿Qué va
de miseria a miseria?
V
¿Qué me importa que se borren
los caminos de la tierra
con el agua
que ha traido esta tormenta?
Mi pena es porque esas nubes tan negras
han borrado las estrellas.
VI
Para mí el bordón sólo.
A vosotros os dejo
la vara justiciera,
el caduceo,
el báculo
y el cetro.
Para mí el bordón sólo del romero...
Yo quiero el camino blanco y sin término.
León Felipe
lunes, 12 de mayo de 2008
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