domingo, 9 de marzo de 2008
El cuerpo del delito
Acerca del poema Instantes atribuido a Borges vale la pena leer la tesis El cuerpo del delito.
He aquí también otro lugar interesante acerca de la misma cuestión y que remite también al estudio citado anteriormente de Iván Almeida.
En El Nuevo Cojo Ilustrado se trata el asunto igualmente con seriedad.
Finalmente, les comunico con satisfacción no disimulada que he sido capaz de encontrar el artículo del diario El País en donde leí por primera vez la noticia de la atribución errónea del dichoso poema, que por otra parte no es tal. Al parecer también se produce aquí un error, al citar como autora de las dichosas reflexiones a una escritora estadounidense, como se deduce del escrito de Almeida.
En la época en que la difusión de la cultura se hacía mediante libros (es decir, hasta que el siglo XXI hizo su entrada), casi siempre escritos por entendidos en la materia, era raro que se produjera el fenómeno de las falsas atribuciones. Pero la web, a la vez que un pozo de conocimiento, está también infestada de errores, una de cuyas víctimas propiciatorias es la poesía, al igual que sucede con las citas o las frases célebres. La causa principal está en la capacidad multiplicativa del correo electrónico con su posibilidad de listas de distribución, capaz de conseguir que una leyenda urbana empape el planeta ---al menos la zona del planeta en la que domina un idioma determinado--- en tan sólo cuestión de días.
En las procelosas aguas de Internet hay que bucear siempre pertrechado con la escafandra del escepticismo, la linterna de Diógenes y la prudencia del cazador de Esopo (El cazador miedoso y el leñador) que preguntaba al leñador por la pista dejada por el león pero no por el león mismo.
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