domingo, 16 de marzo de 2008
Nubes
¡Cómo pasan las nubes sobre tu cabecita!
¿Alcanzarán a verlas tus ojos azulados?
Ojalá seas siempre como ellas:
capaz de ir de uno en otro lado,
de contornearte en un millón de formas,
de vestir los colores más extraños,
de deshacerte en los agudos picos,
de perderte de vista de tan alto,
regar la tierra de menuda lluvia,
tronar soberbio, despedir el rayo...
También es bueno ser tronco de árbol,
recto, inmutable, pardo.
Baldomero Fernández Moreno
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