Sobre todo tu risa,
tu inmensa carcajada
llenándome la pieza de veranos.
Sobre todo, una noche,
tu alegría
despertando los pájaros,
las ganas,
los poemas leídos trago a trago.
Hermano mío,
hijo,
compañero,
Gustavo.
Me dijeron
que cuando te llevaban a la muerte
todos los compañeros y vos
iban cantando.
Iban cantando,
iban
seguramente maltrechos, torturados,
iban
tal vez llenos de miedo,
tal vez sabiendo bien a dónde iban,
iban
con marcas de picana, con dolores
terribles,
con ahogos,
con costras en la piel,
con sangre en la camisa,
con espanto.
Pero iban
marchando junto a vos.
Quiero decir que iban
cálidamente llenos de Gustavo,
por eso (me gusta suponerlo)
todos iban cantando.
Humberto Costantini
martes, 27 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Si me fuera dado volver a nacer, trataría de escribir así. Lo intentaría, eso es bastante ¿no?
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