Visite también......
Mostrando entradas con la etiqueta Violeta Parra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Violeta Parra. Mostrar todas las entradas

sábado, 20 de febrero de 2010

Víctor Jara - Manifiesto

Manifiesto, cantado por Victor Jara.

Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razon,
tiene corazon de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas,
aqui se encajo mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.

Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morira cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra.

Ahi donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre sera cancion nueva.

La vida es una película de bajo presupuesto, en la que por un fallo del guión o vayan ustedes a saber por qué, siempre ganan los malos. Y no se atisba la llegada de ninguna caballería al rescate. Los sanguinarios, casi todos ellos, mueren en su cama. Y sus víctimas, como fue el caso de Víctor, acribillados por las balas. Marcado por cantar habiendo tomado partido por los desvalidos, que son tantos.

Para hallar un poco de consuelo en la historia, esta carta de Ángel Parra a Víctor Jara.

lunes, 18 de enero de 2010


Maldigo del alto cielo ...



Maldigo del alto cielo
La estrella con su reflejo
Maldigo los azulejos
Destellos del arroyuelo
Maldigo del bajo suelo
La piedra con su contorno
Maldigo el fuego del horno
Porque mi alma está de luto
Maldigo los estatutos
Del tiempo con sus bochornos
Cuánto será mi dolor.

Maldigo la cordillera
De los andes y de la costa
Maldigo señor la angosta
Y larga faja de tierra
También la paz y la guerra
Lo franco y lo veleidoso
Maldigo lo perfumoso
Porque mi anhelo está muerto
Maldigo todo lo cierto
Y lo falso con lo dudoso
Cuánto será mi dolor.

Maldigo la primavera
Con sus jardines en flor
Y del otoño el color
Yo lo maldigo de veras
A la nube pasajera
La maldigo tanto y tanto
Porque me asiste un quebranto
Maldigo el invierno entero
Con el verano embustero
Maldigo profano y santo
Cuánto será mi dolor.

Maldigo a la solitaria
Figura de la bandera
Maldigo cualquier emblema
La venus y la araucaria
El trino de la canaria
El cosmo y sus planetas
La tierra y todas sus grietas
Porque me aqueja un pesar
Maldigo del ancho mar
Sus puertos y sus caletas
Cuánto será mi dolor.

Maldigo luna y paisaje
Los valles y los desiertos
Maldigo muerto por muerto
Y al vivo de rey a paje
Al ave con su plumaje
Yo la maldigo a porfia
Las aulas , las sacrsitias
Porque me aflije un dolor
Maldigo el vocablo amor
Con toda su porquería
Cuánto será mi dolor.

Maldigo por fin lo blanco
Lo negro con lo amarillo
Obispos y monaguillos
Ministros y predicantes
Yo los maldigo llorando
Lo libre y lo prisionero
Lo dulce y lo pendenciero
Le pongo mi maldición
En griego y español
Por culpa de un traicionero
Cuánto será mi dolor.

Violeta Parra

martes, 13 de mayo de 2008

Volver a los diecisiete

Volver a los diecisiete (Violeta Parra)

Volver a los diecisiete
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente,
volver a ser de repente
tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo
en este instante fecundo.

Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra.
Ay si si si

Mi paso retrocedido
cuando el de ustedes avanza,
el arco de las alianzas
ha penetrado en mi nido,
con todo su colorido
se ha paseado por mis venas
y hasta las duras cadenas
con que nos ata el destino
es como un diamante fino
que alumbra mi alma serena.

Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber,
ni el mas claro proceder
ni el más ancho pensamiento,
todo lo cambia el momento
cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente
de rencores y violencias,
sólo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes.

El amor es torbellino
de pureza original,
hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño
lo vuelve puro y sincero.

De par en par la ventana
se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto
como una tibia mañana,
al son de su bella diana
hizo brotar el jazmln,
volando cual serafín
al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete
los convirtió el querubín.

Violeta Parra


Ya dijimos de Violeta en ocasiones anteriores. Esta canción pertenece
al conjunto de las
últimas que escribió, y que se publicaron en el
disco "Las últimas composiciones" (1966), grabado
con sus hijos
y con el músico Alberto Zapicán. "Gracias a la vida" pertenece
también a este
grupo de últimas canciones, así como la no menos
famosa "Run Run se fue pa'l norte", motivada
por la separación de
Gilbert Favre, separación que, unida al vacío que apreciaba Violeta
por
parte del público chileno, terminaron por abocarla a su última
decisión.



miércoles, 6 de febrero de 2008

Casamiento de negros






Se ha formado un casamiento
todo cubierto de negro:
negros novios y padrinos,
negros cuñados y suegros.
y el cura que los casó
era de los mismos negros.

Cuando empezaron la fiesta
pusieron un mantel negro,
luego llegaron al postre:
se sirvieron higos secos
y se fueron a acostar
debajo de un cielo negro.

Y allí están las dos cabezas
de la negra con el negro
y amanecieron con frío,
tuvieron que prender fuego.
Carbón trajo la negrita,
carbón que también es negro.

Algo le duele a la negra.
Vino el médico del pueblo,
recetó emplasto de barro,
pero del barro más negro
y que dieran a la negra
zumo de maquí del cerro.

Ya se murió la negrita,
qué pena pa'l pobre negro.
La echó dentro de un cajón,
cajón pintado de negro.
No prendieron ni una vela:
¡ay que velorio tan negro!

Violeta Parra

(atendiendo una sugerencia de Alina M.)

jueves, 20 de septiembre de 2007

Gracias a la vida

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes al hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

(1964-1965) Violeta Parra (Gracias a la vida)

Escuchar

"Las Últimas Composiciones" es el último álbum grabado y editado por la folclorista y músico chilena Violeta Parra, lanzado a través del sello RCA Víctor en 1966. Contiene la mayoría de sus canciones clásicas, incluyendo "Gracias a la Vida", "Run Run Se Fue Pa'l Norte" y "Volver a los 17".

A fines de 1966 Violeta Parra, de regreso en Chile luego de una larga estadía en Europa, y a cargo de la famosa Peña de los Parra en la carpa de La Reina, en Santiago, decide grabar un LP con sus canciones compuestas más recientemente. Lo edita junto a la discográfica RCA Víctor, fuera de la casa matriz que había editado todos sus discos anteriores, EMI Odeón Chilena. En la época, el título hace referencia a las últimas canciones que Violeta había escrito: cuatro meses después de su edición, cambia completamente de significado. Violeta se quita la vida, haciendo que éste sea, de hecho, el último de sus álbumes editados en vida de la artista.

La desilusión con el amor causada por la ruptura con Gilbert Fauvre, el desdén de las instituciones nacionales, la mala racha de la Peña y otras razones tenían a Violeta en un estado de depresión. Había intentado quitarse la vida antes de febrero de 1967. Mucho de este dolor es perceptible en los versos de Las Últimas Composiciones, especialmente en "Run Run Se Fue Pa'l Norte" ("...yo me quedé en el sur / al medio hay un abismo / sin música ni luz"), la dramática queja que es "Maldigo del Alto Cielo" ("maldigo el vocablo amor / con toda su porquería") y la lúgubre alegría del "Rin del Angelito" ("cuando se muere la carne / el alma busca su sitio").

El tema ha sido interpretado por numerosos artistas a lo largo del mundo (Joan Baez, Mercedes Sosa, Inti Illimani, Joan Manuel Serrat, Cecilia, Los Bunkers, Milton Nascimento, Soledad, Gloria Simonetti, Myriam Hernández, Luis Jara y un enorme etcétera), y elegido en numerosas encuestas como la canción chilena más importante de toda la historia.

La que parece un canto a la vida es a la vez, por una de esas razones del destino, una canción de despedida. El 5 de febrero de 1967, a los cincuenta años de vida, y tras varios intentos fallidos, Violeta terminó con su vida, de un disparo en la sien, en la carpa de La Reina, dejando un inapreciable legado cultural, tanto por sus propias aportaciones como por haber rescatado del olvido gran parte del folclore chileno.