Escuchen a Borges:
Del rigor en la ciencia
En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisfacieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y Por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.
Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes, libro cuarto, cap. xlv, Lérida, 1658.
(De El Hacedor, 1960)
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1 comentario:
Creo recordar un texto que leí, en el que se contaba que los cartógrafos de un país, empeñados en hacer cada vez mejores mapas de él, hicieron al final uno a escala 1:1. Pero los agricultores se quejaban de que, al desplegar sus hojas, éstas les ocultaban el sol para sus cosechas. Desde entonces usan el país como su propio mapa.
En mi memoria, el texto es de Lewis Carroll, pero he sido incapaz de encontrarlo en sus obras. ¿Alguien puede darme más datos?
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