Se me olvidó decirlo: los 7NE eran un grupo de rufianes que operó por las cercanías de esa ciudad. Pero no eran de allí, ni tampoco siete. Y desde luego, de niños no tenían nada (la palabra "niño" se usa mucho en Andalucía para gente barbada).
El calificativo "siete" tiene algo de mágico (el primer número primo "rebelde") y se aplica a todo lo habido y por haber, venga o no a cuento. V. gr., a los "siete" colores del arco iris; hubo que añadir el "añil" para redondear el número. A menudo se "busca" éste añadiendo cosas que no vengan a cuento: 7 mares o 7 planetas (en realidad son más), 7 maravillas o 7 sabios en el mundo antiguo, en la mitología 7 híades o 7 nióbidas... y no entremos en la Biblia. No acabaríamos.
Por cierto, ¿no somos 7 los colaboradores del blog?
Valete.
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