Recuerda el poeta venezolano Eugenio Montejo la respuesta que le dio un barbero de barrio en Lisboa, ciudad en la que Montejo se encontraba entonces en funciones de diplomático. Como fuera que él calificara de analfabeto a un político relevante, el barbero le amonestó:
"No hable mal de los analfabetos. Ellos inventaron la escritura".
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1 comentario:
Los analfabetos merecen respeto; a fin de cuentas casi nunca es suya la culpa de serlo. Lo malo son los analfabestias.
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