"De la vida bienaventurada" Libro segundo de la Sabiduría de Séneca

Nota de Lingus: Ciertamente la religión, que no el integrismo, puede tener una base de bondad al inculcar una moral en el ser humano. Los 10 mandamientos de la ley de Dios puede ser una muestra de ello. No obstante, yo personalmente prefiero este DECÁLOGO de Séneca:

1. Yo con el mismo rostro con que condenaré a otros a muerte, oiré la mía.
2. Yo, fortificando el cuerpo con el ánimo, obedeceré a los trabajos por grandes que sean.
3. Yo con igualdad despreciaré las riquezas presentes como las ausentes; no me entristeceré de verlas en otros, ni me desvaneceré por poseerlas.
4. Yo no haré caso de que venga o se ausente la fortuna; miraré todas las tierras como mías, y las mías como si fueren de todos.
5. Yo viviré como quien sabe que nació para los otros y por esa razón daré gracias a la naturaleza que, siendo yo uno solo, me hizo de todos y con eso hizo que todos fueran para mi.
6. Yo todo lo que tuviere no lo guardaré con escasez ni lo derramaré con prodigalidad y juzgaré que ninguna cosa poseo mejor que lo que doy.
7. Yo no ponderaré los beneficios por el número o peso ni por ninguna otra estimación que no sea la que tengo de quien los recibe y nunca juzgaré que hay demasía en lo que se da al benemérito.
8. Yo no haré cosa alguna por la opinión, las haré todas por la conciencia, creyendo que lo que hago, viéndolo yo, lo hago siendo testigo todo el pueblo.
9. Yo seré agradable a mis amigos y suave y facil a mis enemigos.
10. Yo me dejaré vencer antes de ser rogado.

Y cuando la naturaleza vuelva a pedirme la vida o la razón, la soltaré, saldré de ella afirmando que amé la buena conciencia y las buenas ocupaciones y que a nadie disminuí su libertad, y ninguno disminuyó la mía.

Lucio Anneo Séneca

Córdoba, Año 4 a.C.

Los siete Libros de la Sabiduría

Libro 2º: De la vida bienaventurada

Capítulo XX