El pino es la laringe del viento. Ningún arbol lo hace mejor que el pino, que es capaz de aflojar, peinar y dispersar el aire a su paso. Por lo demás, es como si concentrase en sí los vientos, como si estrujase la tempestad; así produce mosaicos sonoros, ecos de voces, quejas, gemidos, conversaciones y gritos de locura. Con un poquito de imaginación podríamos decir que los pinos son unos receptores que atraen a los vientos para sacarles andanadas de bemoles, astillas musicales que se proyectan desde todos los rincones de un mundo rico en melodías.John Eastman (1.986)
lunes, 4 de febrero de 2008
El pino, según el escritor norteamericano John Eastman
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2 comentarios:
¡Esto es MUY bonito, Lingus!
Oye, ¿no tienes algo sobre el álamo, que es mi árbol preferido?
Algo ha de haber, busco y te digo
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