Me da la espalda el sol
cuando tu voz se aleja;
un galope de vientos
quiebra la madrugada
y nubarrones ciegos
se agolpan a mi reja.
Es siempre primavera
cuando dices el tiempo,
y si ríes tu risa
convoca anticiclones,
y un tropel de cristales
de rocío se amontona
para apagar la sed
de una fiesta de flores.
Y cuando ya nos dejas
al punto en que amanece
se desploman del cielo
granizos de cuchillos
y hiere como el fuego
la nieve de tu ausencia.
Es siempre primavera
cuando dices el tiempo,
y de tu voz el trino
trae calmas tropicales
y aromas de otras veces
que no serán más nunca,
que acaso nunca fueron.
(A María José, cuando cantaba el parte meteorológico)
Hablábamos (porque aquí es como si habláramos, ¿no?) del tiempo (del meteorológico, que al otro es mejor no mentarlo) cuando me he acordado de la época en que María José decía cantando noche tras noche el parte meteorológico. Por extensión este es también un brindis al programa "Si amanece, nos vamos".
2 comentarios:
Casi un himno.
¿Conoció María José este poema?
Gracias Alina. Siempre me quedó la impresión de que ha de resultar algo forzado, por el empeño de incorporar todos los matices del clima.
Sí, lo leyeron por la radio y fue muy celebrado, lo que por otra parte no significa mucho, porque son gente de por sí muy generosa. Más tarde le dediqué otro (lo pondré por aquí) que supongo que le llegó pero del que no recibí noticia.
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