De materia lunar la luna,
del sorgo mejor el vino,
el cuenco, de madera leve
y las nubes, como siempre,
aves de paso algodonosas.
Eran la luna y mi sombra.
Las brumas del júbilo
cerraron una brecha
de siglos y llegó
la sombra de Li Bai,
seguida del poeta.
El cuenco navegando
entre mis manos y las suyas,
de mi boca a su boca,
de una sombra a la otra.
El vino caliente, la noche tibia,
ardía mi asombro.
Bailaron Li Bai, su sombra,
mi silueta y la luna.
Ahora que no hay luna quiero
que sepan de él mis amigos.
Entro yo. ¡Hola a todos!
Entra Li Bai atado a su sombra.
He aquí al maestro, digo.
(aplausos)
Entra mi sombra.
Sonríe la luna.
P. Crespo
3 comentarios:
Lo he leído varias veces, y no deja de maravillarme. Sobre todo porque aún tengo en mente la "Libación solitaria bajo la luna" de Li Bai (qué curioso el juego de los idiomas: LI BAi / LI BAción)
Ah, pues si a ti te gustó, entonces lo firmo. Lo escribí anoche, por seguir con lo de la luna lunera. Gracias.
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