Ya os pienso, amigos,
al filo de las doce, acechando minutos,
y os imagino alzando la inevitable copa,
y fabulo también sinuosas serpentinas
y las sonrisas diáfanas de los supervivientes.
Cada uno en su punto exacto del planeta
en la frontera casi de un año aún forastero
fruto tan sólo de la obsesión humana
por colocar a todo su etiqueta y su número.
Brindaré por vosotros, compinches de esta sopa,
y me inventaré cucharas para los peregrinos
todos que por aquí se asoman.
Y cerraré los ojos para soñar el deseo
de que no cese la lumbre que hace bullir la sopa.
Y lo diré tres veces:
que no cese,
que no cese,
que no cese
esta sopa bendita de palabras y guiños.
P. Crespo (31 diciembre 2007)
lunes, 31 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Mis albaricoques russellianos acaban de encontrarse con tu brindis...
Pues sí, compañero, este año yo brindaré con sopa y con ustedes, en este precioso mundo paralelo que has creado.
Y como sé que no cesará esta infinita sopa, lo que yo diré es: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Y una más: GRACIAS, por este tan cálido poema.
Si sigo releyéndolo, terminaré memorizándolo.
Muy hermoso...
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